Hasta el 2017 cerca de 264 millones de personas padecen trastornos de ansiedad, año con año esa cifra aumenta y no es una exageración cuando alguien que lo padece dice que se siente morir. Se calcula que más de un 20% de las personas sufrirá una crisis de ansiedad en algún momento de su vida.
Yo tuve ataques de ansiedad, también llamados crisis de angustia, o ataques de pánico; y quiero compartirte aquí parte de mi historia. Hace un par de años viví esa desconcertante emoción. Una sensación de angustia que se fue agudizando, sentía que me moría (literal). Una especie de ardor en el pecho que iba creciendo, ahogo, temblaba, teniendo incluso algunas alucinaciones o temores que me hacían sentir que verdaderamente me estaba volviendo loca. Seguido de un mar de lágrimas incontenible que aparentemente no tenían razón de ser.
No recuerdo exactamente el momento en que me dio la primera vez, pero sí recuerdo que se fueron agudizando hasta que de repente sin saber ni por qué me encontraba encerrada en mi cuarto llorando durante largos períodos de tiempo. De la nada aparecía ese fuerte estrés que hacía que me temblaran las manos; me parara de la cama como de un salto; se acelerara mi respiración y entonces sabía que aparecería de nuevo: ahí venía uno de esos ataques , el ardor del pecho y el llanto sin respuesta.
Ésa era la peor parte: la "no respuesta" porque al ser una persona sumamente racional, me frustraba y daba coraje no poder controlarlo ni saber las razones. Visitas de mis hermanas y de mis papás junto a mi cama preocupados diciéndome cosas como "mi amor, ¿qué pasa? no queremos verte así" "hermana haz un intento, tu puedes, levántate, ¿por qué estás así?" .Era desconcertante porque no era todo el tiempo, es decir; podía estar bien; platicando de cualquier cosa alegre; cuando de la nada me venían los síntomas y entonces me enrojecía y venía todo de nuevo. Fatal.
Pero ¿qué se hace en esos casos?
Está claro que a cada quien le servirán cosas distintas, no sé cuál es tu realidad en este momento, pero sé lo que a mí me funcionó y espero que de igual manera a ti te sirva.
Acéptalo sin miedo ni rechazo: Sí, da miedo sentirse débil, vulnerable y más aún pensar que uno está perdiendo la razón. Da mucho miedo. Sin embargo, debes estar consciente de una sola cosa: Es temporal; va a pasar y si te atiendes vas a estar muy bien.
¡ Viva la terapia ! . Las medicinas no son lo único, a veces incluso ni siquiera son necesarias. La terapia sí. Sucede que un ataque de ansiedad suele generarse después de un período que tuviste de mucho estrés, preocupación o incluso una depresión mal cuidada, y como todo; dependerá de la intensidad y la frecuencia con que se padezca; es decir: se vale estar un día nervioso, se vale tener un día complicado; ¡claro! todos lo hemos tenido; pero en el momento en que te empieza a incomodar en tu día a día y te paraliza; lo mejor es recurrir con un experto. Hay muchos tipos de terapia, puedes ir buscando con la que mejor te sientas, lo que será fundamental es tomar aire y atreverte a ir. ¡Acepta ayuda! te hará sentir mucho mejor.
Evita tomar decisiones. Sentirse así es ya suficiente como para todavía estar tratando de ordenar todo lo que está a nuestro alrededor. Recuerdo que llegué con mi terapeuta y le dije llorando: "es que además no sé si cerrar o no mi negocio, y eso también me perturba"...la respuesta fue: "hoy no lo decidas, lo decidimos después, eso puede esperar"... y sí.
Los seres humanos somos controladores y queremos que las cosas se realicen a nuestro ritmo y tiempo, cuando en muchas ocasiones no depende de nosotros que sucedan. En *psicoterapia Ericksoniana decimos "yo estoy haciendo mi parte y le dejo a ese ser todopoderoso (Dios, Universo, Parte Sabia o como queramos llamarle), que haga la suya". Y funciona. Haz tu parte, sólo eso; y déjale al universo, o a eso todopoderoso que resuelva lo demás, confía.
Respira: Respira una y otra vez, siente cómo va entrando aire puro a tu cuerpo y al tiempo que exhalas se van alejando miedos, dudas, rencores, angustias...Con cada respiración van entrando oportunidades, entendimiento, deseos, fuerza, reconciliación, paciencia...
Si tu estás pasando por algo así, te quiero decir que no estás solo (a) , somos muchos los que lo hemos pasado; y te prometo que sabrás cómo estar bien. Ten paciencia contigo, lo mereces. Ya has hecho mucho; y aunque yo no sé qué es lo que te tiene así en estos momentos; sí sé que has sido valiente; te has adaptado a grandes dificultades y has enfrentado inmensos desafíos. Lo has hecho bien; has sabido salir adelante; pero hoy puedes descansar, hoy puedes respirar profundamente y tomarte un tiempo para la recuperación. La necesitas.
Puedes cerrar tus ojos y así , mientras vas cómodamente respirando, ponte en manos de eso todopoderoso que te acompaña, y que está ahora mismo contigo, dile con toda tranquilidad y certeza que estás haciendo lo que te toca, y que ahora mientras respiras estás mejorando. Porque así es; porque con cada respiración está entrando aire que te está purificando. Despreocúpate por todo aquello que hasta ahora te perturbaba, las cosas se están arreglando, el dolor va sanando... y si lloras al tiempo que te vas recuperando está bien; tal vez acumulaste demasiado y ya necesitabas filtrar; no lo sé.
El mundo se va moviendo, yo sé que si estás pasando por esa sensación hay miedos e inseguridades que hasta ahora sientes; pero con certeza te digo; mañana, pasado mañana o tal vez en unos días más terminará y volverás a ver las cosas en su justa proporción. Mientras el mundo se mueve, las cosas se van acomodando; confía porque no hay nada que temer, hoy todo está mejor que ayer.
*Puedes apoyarte en una terapia Ericksoniana. www.cev.mx /www.hipnosis.com.mx